Proceso de aplicación del sellador
La aplicación de selladores dentales es rápida, indolora y no invasiva. El proceso comienza con una limpieza profunda de los dientes a sellar, asegurando que no quede placa ni residuos atrapados debajo del sellador. Luego se seca cada diente y se aplica una solución ácida para hacer áspera la superficie, lo que ayuda a que el material sellador se adhiera más eficazmente. El sellador, un líquido transparente o del color del diente, se pinta sobre el esmalte de cada diente, rellenando los surcos y depresiones donde con mayor frecuencia comienza la caries. Se utiliza una lámpara de polimerización especial para endurecer el sellador, creando una capa protectora duradera.

Beneficios y mantenimiento
Los selladores dentales ofrecen varias ventajas importantes:
Prevención eficaz de las caries: Los selladores proporcionan una barrera física que protege el esmalte de la placa y los ácidos, lo que reduce en gran medida el riesgo de caries.
Protección duradera: Con el cuidado adecuado, los selladores pueden durar varios años y continúan protegiendo los dientes durante los años más propensos a las caries.
No invasivo e indoloro: La aplicación del sellador es un procedimiento simple que no requiere perforación ni extracción de la estructura dental, lo que lo hace ideal para pacientes de todas las edades, especialmente niños. p>
Para mantener la eficacia de los selladores dentales, es importante seguir practicando una buena higiene bucal, incluido el cepillado y el uso de hilo dental con regularidad. Si bien los selladores son muy duraderos, se deben revisar durante las visitas regulares al dentista para garantizar que permanezcan intactos y sigan brindando una protección óptima.